martes, 2 de junio de 2009

Ojos bien abiertos Imágenes de la historia


El 16 de septiembre de 1897 el presidente Porfirio Díaz pasaba revista al ejército en la Alameda, cuando un hombre se le acercó y lo agredió. Aunque se dijo que no había móvil en el agresor, sino acaso problemas mentales o algo de borrachera, el atacante “murió” en prisión horas después, sin que se dieran a conocer las causas. Ese día sucedió algo singular.


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